lunes, agosto 20, 2007

El trasgo y el cosmonauta - canción 6: Epitafio desmesurado a un poeta (poema de Miguel Hernández/ música de Martín Palacio)

Miguel Hernández: poeta español nacido en 1910 en el pueblo de Orihuela y muerto en 1941, encarcelado por las fuerzas del franquismo después de la derrota republicana. Dueño de un decir que va desde la complejidad del barroco gongorino al fraseo despojado del romance anónimo, Hernández dio al mundo una obra literariamente consistente que rezuma el más varonil dolor por la condición humana y un profundo sentido del compromiso que no quedó solamente circunscrito a lo político.


Ya es un dato sabido que cuando Pablo Neruda reside en España funda la revista Caballo Verde para la Poesía. En junio de 1936, con la Guerra Civil en plena efervescencia y bombardeo, decide editar un número dedicado a ese otro raro que fue Julio Herrera y Reissig (para variar uruguayo, dandy y morfinómano, amigo entrañable de Delmira Agustini). Miguel Hernández, que participaba del staff de la revista, colabora con este poema, tal vez uno de los más intensos que leí dedicado a otro poeta. Y considero que no es por mera contingencia que la musicalización nos retrotraiga nuevamente a Dylan, especialmente esa joya que es Masters of war.



Nata del polvo y su gente
y nata del cementerio,
verdaderamente serio
yace, verdaderamente.
No sé si en su hirviente frente,
manicomio y calabozo,
aún resplandece algún trozo
del relámpago bermejo
que enloqueció en su entrecejo.


Quiso ser trueno y se quedó en sollozo.


Fue una rueda solitaria
hecha con radios de amor,
y a la luna y al dolor
daba una vuelta diaria.
Un águila sanguinaria
le picó cada sentido,
que aventado y esparcido
de un avaricioso modo
llevaba del cuerpo a todo.


Quiso ser trueno y se quedó en gemido.


Trueno de su sepultura
sea, y del polvo y del cieno,
éste que tuvo de trueno
sangre, pasión y locura.
La espuma de su figura,
hasta perder el aliento,
hizo disparos de viento
con sangre de cuando en cuando.
¿Sigue su polvo sonando?


Quiso ser trueno y se quedó en lamento.

No hay comentarios.: