domingo, agosto 19, 2007

El trasgo y el cosmonauta - canción 8: No sé si me verán bajo el olivo

Este tema surge, justamente, de la lectura de un poema de Miguel Hernández que hace parte de El rayo que no cesa: “Me llamo barro aunque Miguel me llame./ Barro es mi profesión y mi destino/ que mancha con su lengua cuanto lame”. Quien lea la canción o la escuche, verá que las huellas intertextuales son algo más que evidentes. Por otra parte, la melodía -muy a pesar mío- es irremediablemente silvista. En la época que escribí este texto, allá por el 2003, tuve a mi lado una gran amiga que escuchaba una y otra vez el disco Domínguez. Si bien hice mis buenos intentos, no pude enajenarme de su influjo: la música terminó pareciéndose a Soltar todo y largarse. Esas cosas, que dicen.


No sé si me verán bajo el olivo.
No sé si me verán tensar el arco.
Quiero marchar desnudo hacia otra tierra,
donde no me avergüence de ser barro.


Ya vi que los estratos de la carne
en hierro y bronce han sido sepultados.
Te invito a reafirmar sobre otro fuego
la biografía arcaica de ser barro.


Soy forma perfectible de una idea
y soy cáliz también de un vino sacro.
No sé si me verán abrir los surcos
por ver reverdecer el pan temprano.


Probaron destrozar la algarabía
del viento, de la sierra y del ocaso
pues nunca han conocido la inocencia
y la fuerza eviterna de ser barro.

1 comentario:

Laura Ponce dijo...

MUY BUENO. Me conmovió la intensidad de la idea: la fragilidad y la fuerza de ser de barro.
Escribís relatos?